La agrupación iberoamericana de líderes progresistas se reunió de manera remota el viernes 29 de enero, instancia en la que coincidieron representantes de cuatro gobiernos de América Latina y Europa. La cita, además, estuvo marcada por la intervención de los Presidentes de Argentina y Bolivia, Alberto Fernández y Luis Arce, y por ocho exmandatarios.
El movimiento iberoamericano de líderes progresistas Grupo de Puebla, que reúne a representantes de 15 países, celebró este viernes 29 de enero –de manera remota- su V encuentro internacional y el primero del año 2021.
La instancia –que se extendió por 140 minutos- estuvo marcada por la participación de personeros de cuatro gobiernos de América Latina y Europa: dos Presidentes en ejercicio –Alberto Fernández (Argentina) y Luis Arce (Bolivia)-; y los cancilleres de México y España Marcelo Ebrard y Arancha González Laya respectivamente.
Además, estuvieron presentes ocho exmandatarios: el exjefe de Estado de Ecuador, Rafael Correa; su par por España José Luis Rodríguez Zapatero; los expresidentes de Colombia y Panamá Ernesto Samper y Martín Torrijos; el exmandatario de República Dominicana Leonel Fernández; el expresidente de Paraguay Fernando Lugo y los expresidentes de Brasil Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula Da Silva.
Durante la actividad, se debatió el Manifiesto Progresista, realizado por fundadores y fundadoras del Grupo de Puebla y su Grupo Académico, y cuyo objetivo fue recoger nuevas perspectivas de integrantes y seguidores del grupo.
Dicho escrito consta de 28 criterios centrales para el establecimiento del modelo solidario, entre ellos, la recuperación del papel fundamental del Estado, el establecimiento de la salud como un bien público global, el libre acceso a la información, y una reforma del sistema de Naciones Unidas y apoyo al multilateralismo y a la multipolaridad.
El encuentro también tuvo por objeto coordinar un modelo solidario de desarrollo para la comunidad internacional, que garantice la consolidación de América Latina como zona de paz, asegure la continuidad y fortalecimiento de sus democracias, el respeto permanente a los derechos humanos y que permita avanzar en reducir la desigualdad social mediante la inclusión y el multilateralismo.
Por último, el Grupo de Puebla pidió a todos los gobiernos, con llamado especial a los productores de vacunas contra la Covid-19, que el acceso a los medicamentos sea mundial y sin distinciones.
“Unidos podemos lograr mucho más que separados”
En su intervención, el presidente argentino Alberto Fernández recalcó que “somos y seguimos, siendo el continente más desigual del mundo”. “Esa es la tarea y el desafío que tenemos por delante. Es esencial que América Latina vuelva a integrarse como un todo, y que vuelva a discutir por Presidencia de los Gobiernos que estén al frente de nuestro país. Unidos podemos lograr mucho más que separados”, dijo.
Y aseveró que la pandemia “ha demostrado lo que ha significado” que todos hayan actuado “frente a lo desconocido” cada uno por su lado.
“Hubiera sido mucho mejor tener un lugar donde reunirnos, donde hacer frente en conjunto a la pandemia, donde poder inclusive negociar conjuntamente las vacunas que hacen falta. Eso demuestra que divididos todo es más difícil y que la unidad no es solamente una deuda que tenemos por el legado de nuestros próceres, sino que es algo que básicamente nos conviene en el tiempo que vivimos”, sostuvo.
Por su parte, el canciller mexicano aseguro que “es muy alentador que haya una perspectiva progresista en este momento tan grave por la pandemia”.
“La primera lección de esta pandemia es la urgencia de que América Latina y el Caribe recuperen sus resoluciones y trabajos conjuntos para aumentar su autonomía tecnológica. Sabemos que, si no tenemos la capacidad de desarrollar la vacuna, estamos en riesgo”, recalcó Ebrard
Arancha, en tanto, agregó que “´para nosotros, ser progresista en este momento, significa encabezar y luchar contra el cambio climático, que es uno de los mayores riesgos de todos nosotros”. “Tenemos que insistir mucho en la descarbonización porque aquí tenemos la posibilidad de ser líderes de un mundo con más sintonía con la naturaleza, con la biodiversidad y la madre tierra. También, esta idea de un crecimiento que no deje a nadie atrás. Esto no es sólo un slogan, es la idea de que no podemos seguir creciente agravando la brecha de las desigualdades en nuestra sociedad”, puntualizó.
La directora de Gabinete del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas del Estado Plurinacional de Bolivia, Marianela Prada, agradeció “la solidaridad internacionalista que hemos recibido en estos momentos tan duros que hemos pasado en Bolivia”, aseverando que “sin la colaboración y la solidaridad, no hubiese sido posible la recuperación de nuestra democracia”. “Pero gracias a la lucha del pueblo boliviano, a la conciencia, la sabiduría y el apoyo de espacios como éste, se pudo retomar la senda que nos ha trazado el pueblo de Bolivia”, recalcó.
Lula Da Silva, por su parte, destacó que “no hay otra organización regional tan representativa cómo lo es el Grupo de Puebla, por eso debemos volverlo un protagonista internacional”. “Después de aprobado, el Manifiesto necesita transformarse en un instrumento político efectivo para abrir un debate sobre el futuro”, dijo, mientras que Samper coincidió mencionando que “nada de lo que estamos proponiendo va a llegar a ninguna parte si no somos capaces de volver a integrarnos”.
“La integración es el comienzo de la solución de nuestros problemas, como decía el papa Francisco, para que caminemos todos juntos y tumbemos los muros que hoy nos dividen, esta división que nos ha hecho tanto daño”, profundizó.
Mientras, Rodríguez Zapatero agregó que “me parece fundamental que en este manifiesto comencemos hablando de las dos palabras que preocupan a todos los ciudadanos del mundo y Latinoamérica: acceso a la vacuna”.
“El Grupo de Puebla debe pedir a CELAC que haga un informe periódico actualizado del estado de la vacunación en todos los países de Latinoamérica”, insistió.
Por su parte, el excandidato presidencial chileno y coordinador del Grupo de Puebla, Marco Enríquez-Ominami, se refirió a los próximos desafíos del movimiento de líderes progresistas, detallando que “vamos a ser parte de la misión acompañante del proceso electoral y de una enorme cantidad de iniciativas del Grupo de Puebla que sigue creciendo y profundizando su capacidad de debate, de construir diálogo y de ser un puente y no un muro en esta América Latina y el Caribe agitada como todas y todos sabemos”.