El expresidente de Colombia, Ernesto Samper Pizano, quien visitó Chile para compartir la experiencia del proceso constitucional registrado en su país a inicios de los 90, expresó que la elaboración de una nueva Carta Fundamental requiere consensos amplios y nacionales, pero precisó que, en el caso chileno, los dos tercios que se han impuesto para las decisiones del futuro órgano constituyente son más bien un obstáculo para que se logren acuerdos de esa envergadura.
Samper participó en un conversatorio organizado por la Fundación Progresa, para abordar los pormenores del proceso de la Asamblea Nacional Constituyente de Colombia, realizada en 1991, y cómo la experiencia puede representar un aporte al proceso constituyente hoy en curso en Chile. Fue Ministro de Estado durante el proceso colombiano y Presidente de la República cuando se aplicó la nueva Carta Fundamental, la que consagró un modelo de democracia participativa y derechos sociales en el país. Además, fue Secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
En la presentación de la actividad, frente a más de un centenar de asistentes, el excandidato presidencial Marco Enríquez–Ominami enfatizó la importancia de conocer la experiencia de Colombia, en particular porque ha sido invisibilizada en el debate constitucional chileno.
Samper señaló que, a su juicio, las experiencias constituyentes no son homologables, pues “cada país tiene sus dificultades y llega a un proceso constituyente por distintos caminos”. Sin embargo, detalló que también observa semejanzas en lo que ha movido esos caminos, señalando que son procesos que fueron iniciados por “jóvenes con un grito identitario, que buscaba reconocimiento”. Además, dijo la crisis social desencadenada “es el reflejo de un fenómeno muy preocupante: la proletarización de la clase media, esa clase que se gasta todo lo que tiene en aparentar tener todo lo que le hace falta”.
También observa escenas comunes en “la respuesta desproporcionada de los Estados a través de mecanismos de fuerza legítima que se convierte en ilegítima cuando se desborda”.
A modo de sugerencia, el exmandatario colombiano propuso “que no se vea el escenario del proceso constituyente como un nuevo escenario para la confrontación o la polarización ideológica”. Explicó que “la esencia de los escenarios constituyentes es llegar a consensos sobre temas fundamentales: lo que necesitan los países son acuerdos muy amplios sobre lo fundamental, que son los cimientos de la institucionalidad”.
Sin embargo, indicó que la construcción de consensos sobre la nueva Constitución es más posible cuando el órgano constituyente resuelve sobre la base de “la regla democrática de la mayoría simple”. Indicó que esa fue el procedimiento empleado por la Asamblea Nacional Constituyente en Colombia, que estuvo integrada por todos los sectores políticos, desde el Partido Conservador hasta los ex guerrilleros del M–19, y la nueva Carta Fundamental fue aprobada por consenso.
En cambio, dijo, la norma que obliga a que los contenidos de la futura Carta Fundamental sean aprobados por 2/3 del futuro órgano constituyente hace más difícil la construcción de consensos, además de otorgar un poder de veto a un sector, hecho que calificó de una “zancadilla democrática”. En ese contexto, cuestionó el plebiscito refrendario de salida, el último paso para la promulgación de una Nueva Constitución, explicando que es posible que se transforme en un modo de que “los que perdieron en algunos temas (en el debate constituyente) salgan a cuestionar la nueva Constitución”.
Sin embargo, aclaró que respeta las decisiones que cada país adopta a este respecto, y que es necesario que se la participación popular no se inhiba de expresarse en el marco de las reglas existentes.
Por último, se refirió a la paridad para la Convención Constitucional aprobada por el Senado la semana pasada. “El tema de la participación de las mujeres no estaba planteado tan abiertamente en el proceso constituyente colombiano de 1991. A mí me seduce la idea de que exista una Convención Constituyente paritaria; sería la primera vez en la historia del mundo”, sentenció. El exmandatario pidió que se “haga un gran esfuerzo” para que las mujeres que sean electas en el órgano constituyente no sean consideradas “un relleno”, invitando a que las que ocupen esos espacios “sean combativas” y con la lucidez necesaria para que sus ideas sean escuchadas.
De la misma forma, subrayó que en la experiencia colombiana se garantizó representación de los pueblos originarios en la Asamblea Nacional Constituyente, y que la nueva Carta Fundamental dio pasos significativos en reconocimiento de los derechos, los territorios y la identidad cultural indígena.
Santiago, 11 de marzo 2020.
Fuente: Crónica Digital.