El ex Mandatario fue invitado por la Fundación Progresa para participar de un conversatorio y compartir su experiencia en la materia tras la Asamblea Constituyente de Colombia convocada en 1991.
Durante su participación en un conversatorio organizado por la Fundación Progresa, para abordar los detalles del proceso de cambio de la Carta Magna colombiana y cómo desarrollarlo de manera exitosa en Chile, el exmandatario colombiano analizó junto al ex candidato presidencial, Marco Enríquez-Ominami -ambos miembros del Grupo de Puebla- la situación actual de Chile ad portas de un plebiscito y compartió su experiencia en la materia tras la Asamblea Constituyente de Colombia convocada en 1991 para promulgar una nueva Carta Magna para ese país, en reemplazo de la entonces vigente establecida en 1886.
En un posterior encuentro con la prensa, Samper señaló que desde su perspectiva las experiencias constituyente no son homologables, puesto que “cada país tiene sus dificultades y llega a un proceso constituyente por distintos caminos”, agregando que sin embargo ve semejanzas en lo que mueve esos caminos: “Encuentro similitudes entre las protestas de los jóvenes colombianos y de los jóvenes chilenos. Además es el reflejo de un fenómeno muy preocupante que se está viviendo en América Latina, que es el de la proletarización de la clase media, esa clase media que se gasta todo lo que tiene en aparentar todo lo que le hace falta”. Al mismo tiempo, ve escenas comunes en “la respuesta desproporcionada de los Estados a través de mecanismos de fuerza legítima que se convierte en ilegítima cuando se desborda”.
A modo de sugerencia, el exmandatario colombiano propuso “que no se vea el escenario de la Constituyente como un nuevo escenario para la confrontación política o la polarización ideológica. La esencia de los escenarios constituyentes es llegar a consensos sobre temas fundamentales, lo que necesitan los países son acuerdos sobre lo fundamental, que son los cimientos de la institucionalidad”, dijo.
En ese escenario y consultado acerca de la campaña de algunos sectores que llaman a rechazar en las elecciones de abril, fue enfático al señalar que “tan legítimo como los que buscan una Asamblea Constituyente, es el deseo de otros sectores de que no la haya, en eso consiste la democracia, ambos sectores deben tener derechos y garantías para exponer sus opiniones”.
Por último se refirió a la paridad para la Convención Constitucional aprobada por el Senado la semana pasada: “El tema de la participación de las mujeres no estaba planteado tan abiertamente en ese momento durante el proceso Constituyente colombiano de 1991. A mi me seduce la idea de que haya una Constituyente paritaria, sería la primera vez en la historia del mundo que se pactaría esto”, sentenció.