{:es}El Grupo de Puebla, organización iberoamericana y del Caribe que cuenta con 49 líderes de 17 países, realizó su quinto taller interno de trabajo en el cual se debatió sobre “Venezuela, elección y diálogos políticos”, y contó con las destacadas exposiciones de José Luis Rodríguez Zapatero, ex presidente de España y fundador del grupo; Jorge Rodríguez Gómez, ex vicepresidente de comunicaciones de la República Bolivariana de Venezuela y actual candidato a diputado nacional; y Héctor Rodríguez, actual gobernador del Estado Miranda.
A la jornada, asistieron el expresidente de Ecuador, Rafael Correa; el expresidente de Paraguay, Fernando Lugo; la senadora de Uruguay, Mónica Xavier; el senador Argentina Jorge Taiana; la expresidenta del Senado de Ecuador, Gabriela Rivadeneira; entre otras y otros participantes del Grupo de Puebla.
Por otro lado, del Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (CLAJUD), asistieron la jurista Carol Proner; el exjuez, Baltazar Garzón, el abogado boliviano Jaime Quiroga y juristas como Gissele Ricobom o el paraguayo, Emilio Camacho, entre los casi 50 asistentes a la sesión.
Al comenzar la sesión, Marco Enríquez-Ominami, ex candidato presidencial de Chile y fundador del Grupo de Puebla, dijo que “en este grupo de reflexión hemos acordado encontrarnos para hablar de Venezuela y sus próximas elecciones. Una democracia desafiada, un proceso político atacado en plena pandemia, y con Estados Unidos que ha renovado su gobierno recientemente. La democracia es la lucha por la democracia, en el Grupo de Puebla queremos ser un puente y parte de la solución del conflicto”.
El primer expositor, el gobernador del Estado Miranda, Héctor Rodríguez, explicó que “la contradicción hoy en Venezuela no consiste en las reglas de juego democráticas, sino una disputa geopolítica regional alimentada por los intereses de EE. UU., por el petróleo en Venezuela. Bajo esta lógica, el país enfrenta una amenaza y una agresión sin antecedentes en su historia”.
Por su parte, el exministro y exvicepresidente de comunicaciones de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Rodríguez, comentó que “no es la primera vez que EE. UU. le da órdenes a la extrema derecha venezolana para sabotear los procesos electorales. Con la elección del 6 de diciembre se inicia el ciclo de elecciones en Venezuela, con elección de gobernadores en 2021, alcaldes en 2022 y presidenciales en 2024. En todas se han otorgado garantías”
“Dirigentes de la oposición han reconocido que temen por un resultado desfavorable por la cadena de errores que han cometido desde 2016 que incluye violencia de las guarimbas, apoyo a sanciones, y auto proclamación de Juan Guaidó electo con 94 mil votos”, continuó Rodríguez.
El destacado tercer expositor, el expresidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que “la gran paradoja es que quienes más critican las elecciones y dudan de su transparencia, son los que no quieren que se observen, supervisen o acompañen los procesos electorales en Venezuela. Tiene que haber un pueblo que refunde los consensos, que destierre el odio y que las reglas democráticas primen. La democracia es siempre un esfuerzo por incluir, por volver a intentar y seguir intentando ese recorrido de recuperación de los grandes valores de la convivencia. A todos los venezolanos y venezolanas, participen el día 6 de diciembre, con la esperanza que siempre que se va a votar, se está haciendo a favor de la paz y del futuro”.
En la jornada, Celso Amorim, excanciller y ex ministro de defensa de Brasil, estuvo a cargo de la relatoría final, donde expuso sobre la necesidad de una agenda democrática y diálogo inclusivo para salir de la crisis en Venezuela.
Finalmente, el ex presidente de Colombia y fundador del Grupo de Puebla, Ernesto Samper, explicó que “CLAJUD, el brazo jurídico del Grupo de Puebla, ha venido estudiando fórmulas para combatir internacionalmente las sanciones unilaterales como instrumento, no solamente las que se reservan algunos países de imponer, sino que se enfoque en el esfuerzo sobre las sanciones que provocan tragedias humanitarias, como es el caso de Venezuela o Irán, que en medio de una pandemia son afectados con sanciones de carácter genocida”.{:}{:en}The Grupo de Puebla, an Ibero-American and Caribbean organization that has 49 leaders from 17 countries, held its fifth internal workshop in which it debated “Venezuela, election and political dialogues”, and featured outstanding presentations by José Luis Rodríguez Zapatero, former president of Spain and founder of the group; Jorge Rodríguez Gómez, former vice president of communications of the Bolivarian Republic of Venezuela and current candidate for national deputy; and Héctor Rodríguez, current governor of the Miranda State.
The event was attended by the former president of Ecuador, Rafael Correa; the former president of Paraguay, Fernando Lugo; the senator of Uruguay, Mónica Xavier; Argentine Senator Jorge Taiana; the former president of the Senate of Ecuador, Gabriela Rivadeneira; among others and other participants of the Grupo de Puebla.
On the other hand, from the Latin American Council for Justice and Democracy (CLAJUD), the jurist Carol Proner; the former judge, Baltazar Garzón, the Bolivian lawyer Jaime Quiroga and jurists such as Gissele Ricobom and the Paraguayan, Emilio Camacho, among the almost 50 attendees at the session.
At the beginning of the session, Marco Enríquez-Ominami, former Chilean presidential candidate and founder of the Grupo de Puebla, said that “in this reflection group we have agreed to meet to discuss Venezuela and its upcoming elections. A challenged democracy, a political process attacked in the midst of a pandemic, and with the United States that has recently renewed its government. Democracy is the fight for democracy, in the Grupo de Puebla we want to be a bridge and part of the conflict solution ”.
The first speaker, the governor of the Miranda State, Héctor Rodríguez, explained that “the contradiction today in Venezuela does not consist of the democratic rules of the game, but a regional geopolitical dispute fueled by the interests of the United States, for oil in Venezuela . Under this logic, the country faces a threat and an aggression without antecedents in its history ”.
For his part, the former minister and former vice president of communications of the Bolivarian Republic of Venezuela, Jorge Rodríguez, commented that “it is not the first time that the US has given orders to the Venezuelan extreme right to sabotage the electoral processes. With the election of December 6, the cycle of elections begins in Venezuela, with the election of governors in 2021, mayors in 2022 and presidential in 2024. Guarantees have been granted in all ”
“Opposition leaders have acknowledged that they fear an unfavorable outcome due to the chain of mistakes they have made since 2016 that includes violence by the guarimbas, support for sanctions, and the self-proclamation of Juan Guaidó elected with 94 thousand votes,” Rodríguez continued.
The outstanding third speaker, the former President of the Government of Spain, José Luis Rodríguez Zapatero, said that “the great paradox is that those who most criticize the elections and doubt their transparency are those who do not want the processes to be observed, supervised or accompanied elections in Venezuela. There must be a people that consolidates consensus, that banishes hatred and that democratic rules prevail. Democracy is always an effort to include, to try again and to continue trying that journey of recovery of the great values of coexistence. To all Venezuelans, participate on December 6, with the hope that whenever you go to vote, you are doing in favor of peace and the future. ”
During the day, Celso Amorim, former foreign minister and former defense minister of Brazil, was in charge of the final report, where he spoke about the need for a democratic agenda and inclusive dialogue to get out of the crisis in Venezuela.
Finally, the former president of Colombia and founder of the Grupo de Puebla, Ernesto Samper, explained that “CLAJUD, the legal arm of the Grupo de Puebla, has been studying formulas to internationally combat unilateral sanctions as an instrument, not only those reserved by some countries to impose, but rather focus on the effort on sanctions that cause humanitarian tragedies, as is the case of Venezuela or Iran, which in the midst of a pandemic are affected with sanctions of a genocidal nature ”.
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